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Toni Cantó, demagogia barata, manipulación y estupidez

No creo ni que sea necesario poner a la gente en antecedentes dado el revuelo general que ha suscitado la noticia. Me refiero a la intervención de Toni Cantó el otro día en el Congreso de los Diputados con respecto a la mal llamada "fiesta nacional". En su intervención de ocho minutos, el señor Cantó dice, entre otras cosas: "(a  los de ERC) a ustedes los animales les importan un bledo, ¿qué sentiría usted si le pusieran unas bolas, le prendieran fuego y le persiguieran por todo el pueblo (y eso sí que lo defienden)", "todos deseamos que el trato a los animales cada vez sea mejor", "el maltrato a los animales degrada nuestra humanidad", "nuestra brutalidad con los animales, con todos los animales, no solo con los toros, también a los que sacrificamos en los mataderos, nos hace menos humanos", "la realidad es que vivimos a espaldas de cómo críamos y cómo matamos a aquellos animales de los que nos servimos para alimentarnos o para investigar". Otros muchos se muestran indignados porque, supuestamente, UPyD apoya las subvenciones que reciben los toros. Pues bien, Cantó también también explica que: "en una época en la que ustedes (por los del PP) están retirando subvenciones en todos los sectores, sobre todo en cultura, me parece injusto que se las otorguen a los toros, y estaremos en contra de eso".

Sin embargo, y reconociendo que no estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación (aunque el 80% del discurso me parece brillante) lo que corrió como la pólvora por las redes sociales fue lo de que: "los animales no tienen derechos a la vida ni a la libertad". Me considero absolutamente objetivo para emitir mi opinión, dado que, no solo no simpatizo especialmente con UPyD (hay bastantes cosas de su programa que me gustan... aunque también muchas de sus actuaciones, que al final es lo que cuenta, me desagradan), sino que considero bastante difícil que alguna vez otorgue mi voto a este partido (Rosa Díez me parece lo peor). Eso, además de ser radicalmente antitaurino, con una salvedad: me parecería bien que se lidiara al toro, siempre que no se le picara, banderilleara y, finalmente, diese muerte con la espada.

En primer lugar, decir que lo que dice el señor Cantó me parece una obviedad: los animales no tienen derecho a la libertad ni a la vida. Y no los tienen, no por qué el señor Cantó o UPyD no lo consideren oportuno, sino porque la legislación así lo refleja. Sin embargo, no veo a esos ciudadanos ahora tran escandalizados por esta afirmación mover un dedo para que los animales obtengan esos derechos, ni tampoco dejar de votar a los partidos que se los niegan. Por otro lado, como muy bien dice el señor Cantó, no solo deberíamos rasgarnos las vestiduras por el tema de los toros, cuando en este país se hacen auténticas barrabasadas con los animales que consumimos... pero tampoco veo a ningún movimiento social (o al menos no a uno con gran apoyo) que se implique en la lucha contra esto. Si nos ponemos a hacer demagogia, ¿todos aquellos que consumen carne, leche o huevos son colaboradores de maltrato a los animales? Porque para lograr estos alimentos se inflinge a estos un sufrimiento bestial. Pero claro, si tampoco nos preocupamos por el sufrimiento de los niños a los que se explota y casi esclaviza para elaborar multitud de productos que consumimos alegremente, a cuyas empresas tampoco se boicotea por esta acción criminal, pues todavía menos consideración tendremos por los animales. Al final, todo se resume en el triunfo de la hipocresía pura y dura.

Pero lo más tremendo del tema es la demagogia que se ha movido alrededor de todo este asunto, lo fácil que resulta manipular una intervención, la estupidez de muchos de los que opinan sin siquiera haber escuchado la intervención al completo y la capacidad de seleccionar solo lo que les interesa de aquellos que sí que lo han hecho. Eso por no hablar de los tremendos intereses políticos que hay detrás de todo este asunto. Según las últimas encuestas tanto UPyD como IU resultarían claves ahora mismo a la hora de formar Gobierno si se convocaran elecciones generales, acabando de esta forma con el bipartidismo en España. Y desde muchos sectores esto no interesa, por eso cada pequeño paso en falso que da alguien en UPyD o IU se aprovecha para montar un numerito. 

Para terminar, me gustaría recalcar que el otro día, simplemente, se debatía si se aprobaba algo tan extremadamente democrático como discutir en el Parlamento una proposición firmada por más de 500.000 ciudadanos. Proposición que me podrá gustar más o menos, pero que no se puede silenciar; primero, porque eso sería bochornos para la democracia y, segundo, porque el debate, la discusión y la argumentación (siempre razonada, huyendo de la demagogia, el simplismo, la hipocresía o, directamente, la burda manipulación) siempre son positivos.

PD. Y que nadie me venga con demagogias y con historias de que ellos tal o ellos cual, porque este alegato va dirigido, no a casos particulares, sino a la sociedad en general.

Rafa ha vuelto

Vale, que es solo una primera ronda del Viña del Mar (un torneo 250) y contra el 128 del mundo, pero después de siete eternos meses en los que he sufrido de lo lindo (la derrota en Wimbledon, ya muy tocado, contra el ya célebre Rosol, las ausencias en el US Open y en Australia... aunque lo de que no pudiera disputar los Juegos me jodió especialmente... más por la ilusión que le hacía ser el abanderado español que por la medalla que casi nos garantizaba) el mono comenzaba ya a ser tan importante que cualquier cosa me valía.

Le ha costado entrar en calor (como es habitual en él, más aún en esta situación, después de tanto tiempo parado); cuando he logrado conectar el partido (según mi abuelo lo echaban en Teledeporte... Dios, como están las cabezas ya...) perdía 2-1 y le habían roto el saque... pero en seguida se ha desatado el huracán Nadal. A partir de ese momento, un parcial de 11-3 y a descansar, que mañana hay más. Es lo que tiene ser el mejor jugador de la Historia sobre tierra batida (bueno, el mejor jugador de la Historia sobre una sola superficie, porque ni siquiera Federer en hierba ha mostrado tal superioridad). Nadal podría vencer un Masters 1000 en tierra aunque estuviera cojo; el Viña del Mar lo debería ganar cojo, con una mano atada a la espalda y los ojos vendados. Lamento el menosprecio hacia los rivales, pero por lo visto en los últimos ocho años, la cosa funciona tal que así.

Y ya está. Esto es todo lo que quería decir. Seguramente no sea la entrada más trascendental de este blog. Pero me apetecía escribirla. De hecho, necesitaba escribirla. Y es que estoy de celebración. Rafael Nadal ha vuelto. Que tiemble el mundo.

Luis Bárcenas, mi nuevo Dios

Ayer fue un día malo para mi. Se juntaron algunos disgustillos personales con la vergüenza de observar cómo, pese a hacerse públicas las pruebas irrefutables (o casi, yo sí que ya no pongo la mano en el fuego por nadie... a ver si aprende Cospedal de mi) de que nuestros gobernantes nos roban en nuestra puta cara, la gente no sale a las calles a montar una revolución que deje a la francesa a la altura del betún. Así que decidí que había que encontrarle un aspecto positivo al día. Y lo encontré. Vaya si lo encontré. A partir del día de ayer he añadido un nuevo ídolo a mi no muy numerosa lista de ellos. A partir de ahora, junto a Raúl (7), Rafa Nadal, Fernando Alonso, Freddie Mercury o Robe Iniesta, se encontrará para siempre la imponente figura del "honorable" Luis Bárcenas.


No es que el personaje en cuestión sea un ejemplo de nada (al menos no de nada bueno), pero yo de mayor quiero ser como él. El tío se lo ha montado para hacer y deshacer como ha querido durante 20 años en el PP, poseer en Argentina una finca de 30.000 hectáreas, el equivalente a 30.000 campos de fútbol, lograr forjar una fortuna de 22 millones de euros y... tachán... conseguir regularizarla pagando tan solo 1,4 millones (los 22 millones le generaban en Suiza unos intereses anuales de un millón, así que el negocio es, como poco, más que redondo).

Pero no, no es por todas estas cosas por las que he elevado a los altares al señor Bárcenas. Lo que ha hecho que se gane para siempre un lugar en mi corazón ha sido... su cinismo. Sí, sí, habeis leido bien, he dicho su cinismo. Pero eso es algo malo, pensareis. Bueno, tal vez en la mayoría de los casos lo sea, pero en este, claramente, NO. Para empezar, porque es un cinismo que se merecen los que lo están (y lo van a seguir) sufriendo y, segundo, porque reúne unas dosis de sentido del humor e ironía que ríanse ustedes de Martes y Trece en sus mejores tiempos.

Me explico: el comunicado hecho público ayer por el ya por mi para siempre idolatrado Luis Bárcenas ha seguido el siguiente modus operandi.

Vale, que vosotros no habeis recibido dinero en negro, pues entonces yo tampoco he elaborado ninguna contabilidad paralela y, por supuesto, si yo no he elaborado ningún documento relativo a ese dinero, lógicamente tampoco he podido ser yo el que le filtre esos documentos al diario 'El País' ya que, como todos estamos de acuerdo, nada de esto existe. Y luego, en el colmo de la grandiosidad, finaliza dicho comunicado con un: "Deseo dejar por último expresa constancia de mi profundo pesar por el injusto daño que se quiere hacer con estas falsas informaciones a personas que, con Mariano Rajoy al frente, siempre me han demostrado una altura moral, profesional y personal, intachables". Magnífico. Genial. Brillante. Memorable. Monumental. Legendario. Se me acaban los adjetivos.

Y bueno, esta viene a ser a grandes rasgos la explicación de por qué, cuando mis nietos me pregunten en un futuro muy lejano: "Abuelito, ¿por qué tienes en tu habitación la foto de ese señor tan feo?", yo les contestaré "Niños, porque ese señor, simplemente, es Dios".