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EL CASO CASILLAS



Íker Casillas no está, en absoluto, en su mejor estado de forma. En este momento no es, ni de lejos, el mejor portero del mundo. Probablemente, no sea ni siquiera uno de los 5 mejores. Es perfectamente respetable que haya gente que critique su juego e, incluso, que opine que no debería ser titular en el Real Madrid. Hasta ahí, la lista de lo admisible.


Pero entre eso y el linchamiento al que se le lleva sometiendo durante más de un año va un trecho muy largo. Lo sucedido el pasado sábado en el derby madrileño y el martes en el partido de Champions ante el Basilea, fue la lamentable culminación de todo ese trabajo que llevan realizando algunos sectores del “madridismo” desde hace tiempo.

Una cosa es la crítica deportiva y otra la humillación a la que se pretende someter al mayor emblema en activo (y uno de los más grandes de la Historia) del Real Madrid. El objetivo es claro: echar a Casillas del club. Y como, no solo no lo han conseguido, sino que, además, intuyen que el mostoleño va a defender la portería blanca como titular a lo largo de toda la temporada, han decidido pasar a la acción y tomar medidas más drásticas. Lo que se ha vivido durante los dos últimos partidos en el estadio Bernabéu es uno de los episodios más lamentables que yo recuerde.  

Lo triste del asunto es que todo esto no procede, ni mucho menos, de cuestiones deportivas. Íker Casillas es repudiado por este sector por un único motivo: plantarle cara a una de las mayores desgracias que ha tenido que sufrir este club a lo largo de su más que centenaria Historia. José Mourinho.

¿Su supuesto delito? Explicar detalladamente las actuaciones de un ser, tan despreciable, como nocivo para el fútbol. Un tipo que no debería de tener absolutamente nada que ver con este noble deporte. Por muy buen entrenador que sea. Solo recordar que hasta los portugueses del Real Madrid, sus compatriotas y, en principio, grandes aliados, acabaron repudiándole por su ruin comportamiento.        

Hay que recordar que este sector, que pretende destruir al mítico capitán de su propio equipo, está encabezado por una banda de neonazis, los Ultras Sur. Que las técnicas que utilizan para atacar al enemigo son perfectamente acordes a su ideología. Muy similares también a las que, durante tres insufribles años, usó su admirado Mourinho. Allá cada cual. El que quiera seguirles por ese camino, que lo haga.

Les pediría respeto hacia una persona que llegó al club con 8 años, que es el más madridista que pisa ese estadio cada domingo, que ha sido un orgullo para el Real Madrid y para todo un país, no solo por sus actuaciones deportivas, sino por su comportamiento fuera del campo.

Pero me temo que no lo van a entender. Que su rencor es tan grande que solo queda superado por su bajeza moral.