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Chipre da una lección de dignidad

El chantaje que ha planteado Europa (o los mercados, o quien carajos sea) a Chipre no tiene parangón. Y la lección de dignidad del pueblo y los políticos chipiotras tampoco. A eso se acaba resumiendo la cosa, a una cuestión de dignidad, como ya apuntaba hace un par de años en uno de mis artículos más celebrados :) ¿Quereis el dinero del rescate? Pues entonces tendreis que aceptar el sometimiento y la humillación extrema.

La cosa pintaba tal que así. Europa: O les robais a vuestros ciudadanos entre un 6 y un 10% de sus ahorros para compensar las fechorías de los culpables de toda esta locura, u os vais directamente a la quiebra. Chipre: ¿Y qué vais a hacer? ¿Dejar que nos muramos de hambre? Pues que así sea. Lo perderemos casi todo, tendremos que empezar desde más abajo y con más esfuerzo, nos sometereis a toda clase de boicoteos, pero no permitiremos que nos pisoteeis. Es decir, la también conocida como vía islandesa.

Todo lo lo contrario a lo que hicieron los griegos, que cuando hubieron de repetir sus elecciones, se plegaron a las "recomendaciones" de Bruselas de que los dos partidos que apoyaban las condiciones del rescate pudieran formar Gobierno. ¿Y cómo están ahora los griegos? ¿Ha mejorado en algo su situación aceptar las imposiciones de Bruselas? Pues no. Más bien les ha condenado a vivir en una miseria relativa durante, al menos, las dos próximas generaciones. Y también todo lo contrario a lo que han hecho millones de ciudadanos europeos durante años.

Pero los chipriotas han dicho basta. Ya antes lo hicieron los islandeses y ahí sigue el país, todavía en pie (e incluso mejor que sus vecinos). Pobres pero honrados. Tal vez yo sea muy idealista, o muy gilipollas, pero es lo que hay.

Otro apunte sobre el asunto: la Iglesia Ortodoxa ha ofrecido "toda su riqueza" al Gobierno para paliar las necesidades del país. ¿Se imaginan a la Conferencia Episcopal Española vendiendo sus acciones en Bolsa para ayudar al pueblo español? ¡Pues dejen ustedes de imaginarse gilipolleces porque eso jamás pasará!


Sobre la muerte de Hugo Chávez y otras zarandajas

No voy a ser precisamente yo el que me erija como defensor de Hugo Chávez, alguien que ha puesto tantas restricciones a la libertad de expresión y de prensa en Venezuela. Pero me hace mucha gracia que, muchos de los que ahora brindan con champán (con cava no, que es catalán) por su fallecimiento (que grandes cristianos por cierto, si ya lo decía Cristo, has de alegrarte de la muerte de tus enemigos) son los que hace solo unos meses, medio llorosos, elogiaban la figura de Don Manuel Fraga (algunos, no sé si muchos, en cualquier caso demasiados, añoran aún más al dictador... perdón, al simplemente autoritario, Francisco Franco Bahamonde) y pedían (bueno, exigían), respeto para su figura. Eso por un lado

Por otro, me gustaría que la gente se hiciera una pregunta: ¿Es el difunto Hugo Chávez (quien, por cierto, no es un tirano, sino un gobernante democráticamente elegido por su pueblo en reiteradas ocasiones) peor que los "muy democráticos" regímenes europeos y americanos? ¿Es peor Chávez que Berlusconi, Aznar, Merkel, Blair, Bush (y la mayoría de sus predecesores), Esperanza Aguirre, o los dirigentes chinos a los que bailamos el agua constantemente pese a que China sí que es una auténtica dictadura? Pues habrá muchos que piensen que sí, que no solo es peor sino que no existe ni siquiera comparación posible. 

En mi opinión, de esta forma demuestran su tremenda ignorancia. Por un lado, por su total desconocimiento de la labor global de Chávez en Venezuela, que tiene sus muchas sombras, pero también sus muchas luces. Sí, habeis leido bien, muchas luces. Solo por poner un ejemplo, Chávez no solo ha sacado de la pobreza a millones de venezolanos sino que ha devuelto la dignidad a un pueblo al que se la habían arrebatado a base de cañonazos. Pero también demuestran su ignorancia acerca del funcionamiento del mundo y de cómo las grandes corrientes de opinión te convencen de quiénes son los malos (ellos... y más si nos han jodido el chiringuito de poder seguir explotando a pueblos como el venezolano para nuestro beneficio económico), y quienes los buenos (nosotros, por supuesto).

Me imagino, por lo que percibo en el ambiente (es decir, las redes sociales, que es dónde actualmente respiramos) que la inmensa mayoría estarán en total desacuerdo conmigo. Algunos, incluso me considerarán un amigo-socio-colaborador de los terroristas de ETA, así como un defensor-admirador-amante de las dictaduras de Stalin y Pol Pot. Bueno, imbéciles hay en todas partes supongo.