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El Atléti de Madrid, ese perrito que nunca pudiste tener

El Real Madrid es mi mujer desde hace 30 largos años. Una señora de los pies a la cabeza. Guapísima. Elegante. Inteligente. Noble. Valiente. Inmejorable compañera. En resumen, un pibón. La mujer que todo el mundo desearía tener. Y encima está forrada. Qué le vamos a hacer. Yo no la quiero por su dinero, pero ya que lo tiene no la voy a decir que lo tire por la ventana. Aunque, a veces, se pone en plan derrochona y se gasta el dinero en unas gilipolleces que para qué... (Coentrao, Kaká y tantos y tantos otros....). Pero bueno, la pasta es suya y si sus padres (los socios) la dejan pulírselo, pues ellos sabrán... 

Después de tantos años sigo completamente enamorado de ella. Es verdad que con el paso del tiempo y según voy madurando, ya no siento el cosquilleo de las primeras veces (la Liga de Valdano, la Séptima...). E incluso también hemos tenido nuestras movidillas y nuestras épocas malas (The ¿Special? One). Pero, al final, nuestro amor es tan fuerte que lo superamos todo juntos y más unidos que nunca.

El Atlético de Madrid es ese perrito que tanto anhelan nuestros hijos, pero que mi mujer y yo nunca les hemos permitido tener ("como metas un perro en casa sale volando por la ventana"). Les vemos jugar con los de sus amiguitos y a los niños se les cae la baba con ellos. Se lo pasan tan bien. Disfrutan tanto. La verdad es que, a pesar de todo, son monos los jodíos perritos. Hacen cosas supergraciosas (el Descenso a los infiernos, la pifia de Toni en la final de Copa contra el Espanyol, el "vamos a dejarnos perder contra el Barça para que el Madrid de Capello no gane la Liga") y, de vez en cuando, te sorprenden con actos extraordinarios, más propios de seres humanos admirables que de animales (el Doblete, la Liga de Simeone). El tema es que tú te resistes tanto como puedes ("es que una casa no es sitio para un perro. El perro tiene que estar libre, corriendo por el campo"), pero al final llega el día en que los niños consiguen colarte un cachorrito por la puerta. Tu primera reacción es sacarlo inmediatamente de casa ("¡Cuántas veces os hemos dicho que no queremos perros en casa!!"), pero de repente, va y te suelta un lametón en la mano y ya te ablandas ("está bien, se puede quedar un par de días hasta que le encontremos un dueño"). Y, antes de que te des cuenta, el jodío perrito ya se ha hecho el amo de la casa y es uno más de la familia.

Eso sí, seamos serios, una cosa es que quieras mucho al perrito e, incluso, que le dejes meterse en tu propia cama (Lisboa), y otra muy diferente que te lo quieras montar con él. Mañana, yo particularmente, a quien quiero estar toda la noche haciéndole el amor es a mi señora esposa :)


  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gracioso diria, pero 30 largos años? y llamarle perro al Aleti me vale si es recurso literario y me gusta como venganza a los antimadridistas que salvo no conocidas excepciones lo son todos, pero es un poco polémico (aunque sé que te gusta eso)
Y por cierto cambia tu perfil que va a parecer que no sabes escribir "Sergio R.E. ES em vez de en". Ahí lo llevas ;)

Sergipi dijo...

Gracias por lo del perfil, no me había dado cuenta, ¿quién eres? Pero no es ninguna venganza contra nadie. Esta escrito desde el cariño hacia el Atleti. Claro que lo de perrito es un recurso literario, el Madrid tampoco es mi esposa, jaja

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