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El Atleti gana la Liga. Los milagros existen

Los milagros existen. Suena a topicazo pero, en este ocasión, no lo es. La expresión ha pasado a ser de uso tan común en nuestro vocabulario que su significado real siempre se confunde. 

Me explico. No es lo mismo que ocurra algo difícil, muy difícil o extremadamente difícil a que suceda un milagro. No, no es lo mismo. 

No es igual que el Madrid remonte ni se sabe cuantos partidos marcando en todos ellos el gol de la victoria en el último minuto del encuentro (Tamudazo incluido a 1.000 kilómetros de distancia) para arrebatar el título de Liga a su máximo rival recortándole 12 puntos. O que el Manchester conquiste, con dos goles en el tiempo de descuento, una final de Champions que tenía perdida. O que, como ha sucedido en varias ocasiones, un Segunda División alcance, o incluso gane, las copas inglesa o francesa. O que Andrés Iniesta rompa casi un siglo de maldiciones y fantasmas con un zapatazo cruzado cuando aquella bendita prorroga ya agonizaba. 

Todo eso son cosas difíciles, muy difíciles o extraordinariamente difíciles. Según la vara de medir que se utilice. Pero no son milagros.

Sin embargo, lo que ha logrado esta temporada en la Liga española el Atlético de Madrid sí que es, simple y llanamente, un milagro. Una utopía. Un imposible. Con todas las letras. Sin ningún tipo de matiz. 

Ni siquiera me sirve como posible justificación la apelación al esfuerzo y el sacrificio, llevado en ocasiones hasta niveles extremos, de los jugadores del Atleti. Ni la suerte. Sobre todo porque, en general, tampoco se puede decir que les haya sobrado fortuna a lo largo este año (lo ocurrido en Barcelona con Turán y Diego Costa es el mejor ejemplo de ello). 

Pero lo realmente milagroso no es haberse alzado con el título de Liga. El verdadero milagro reside en que una plantilla con esas limitaciones, tanto de cantidad y de calidad como, sobre todo, presupuestarias, haya alcanzado los 90 puntos en la Liga española. La que ha colocado dos equipos en la final de la Champions y se ha alzado con el triunfo en la Europa League (con otra escuadra española en semifinales). 

Para hacerse una idea de lo tremendo del asunto, semejante cifra solo la habían logrado anteriormente en España (y con cuentagotas) las dos plantillas más extraordinarias y caras de la Historia del fútbol: las de los actuales Real Madrid y Barcelona. En Inglaterra, por ejemplo, solo Manchester United y Chelsea lo han logrado, en dos ocasiones cada uno. 

Pero claro, no es lo mismo tener en el banquillo a Casillas, Varane, Jesé, Illarra, Isco, Puyol por muy tocado que esté, Neymar, o Pedrito, que a Aranzubía, Alderweiler, el Cebolla Rodríguez, Sosa o Insúa, con todos mis respetos para ellos. En esas condiciones, alcanzar los 90 puntos en Liga va más allá, mucho más allá, de todos los límites de lo humano y, automáticamente, se debe enmarcar en el campo de lo divino.

Más aún teniendo en cuenta que el Atlético ha jugado, de forma paralela, todos los partidos del resto de competiciones (excepto la Final de Copa), incluyendo la Supercopa de España a mediados de agosto, trofeo que no logró pese a no perder ninguno de los dos partidos. Es decir, en pretemporada ya estaban como motos. 

Realizar una progresión de puntos desde los 56 de hace solo dos temporadas, pasando por los 76 de la pasada, hasta alcanzar los 90 de la actual (¡¡¡De 56 puntos a 90 en dos años!!!), también es algo digno de estudio. 

El hecho de que esto suceda el único año en el que, por primera vez en las últimas cuatro temporadas, ni Madrid ni Barça, han logrado alcanzar esa cifra, es tan solo el golpe de varita final.

Ya da exactamente igual que el Atleti gane la Champions el próximo sábado. Esa sería, en mi opinión, la mayor hazaña lograda por un equipo deportivo profesional en toda la Historia del deporte. Al menos en la edad moderna del deporte. Aunque en realidad, no. Tampoco sería una hazaña. Sería, simplemente, una parte más del milagro. 

PD. No le he nombrado en todo el artículo pero, lógicamente, si todo esto es (y no tengo la más mínima duda de que lo es), un acto divino, eso quiere decir que Diego Pablo Simeone es...   

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